jueves, 22 de noviembre de 2012

El bolígrafo cansado

Procedencia de la imagen


Había una vez dos gemelos llamados Víctor e Ignacio. Tenían los ojos marrones, el pelo castaño y la nariz pequeña. Víctor siempre iba con pantalón corto y camiseta, mientras que Ignacio siempre iba con vaqueros y una camisa.
Un día, en el colegio, les dijeron que tenían que asociar un adjetivo a cada nombre que había en una lista muy larga, y ellos, bromeando, empezaron a escribir:
  • La pelota es cuadrada.
  • El libro es redondo.
  • El girasol está contento
  • La ventana está triste.
  • El bosque es elástico.
  • El bolígrafo está cansado.
En ese momento, y sin ninguna razón, el bolígrafo dejó de escribir. Los gemelos creían que se le había acabado la tinta, pero era imposible porque el bolígrafo era nuevo. Entonces, fueron a coger otro, cuando una voz dijo:
―¡Dejadme descansar, que no paráis! Puede que sea nuevo, pero a este paso me voy a terminar muy pronto.
Había sido el bolígrafo quien había dicho eso. Los gemelos se quedaron con la boca abierta al verlo de pie sin que nadie le sujetara. Entonces, le dijeron:
―Bueno, y ¿qué necesitas para descansar?
―Con que hagáis los bien las cosas y rápido, me basta.
―Pero con esta lista tan larga vamos a tardar horas en terminarlo ―dijo Ignacio.
―Tranquilos, que yo os ayudo.
El bolígrafo les ayudó, y, gracias a él, terminaron los deberes muy pronto. Esta vez, escribieron:
  • La pelota es redonda.
  • El libro es cuadrado.
  • El girasol es amarillo.
  • La ventana está abierta.
  • El bosque es grande.
  • El bolígrafo está lleno.
Cuando terminaron le dijeron a “Boli”, que es como lo habían llamado:
―Gracias Boli, ¿mañana, si tenemos deberes, nos ayudas?
―Claro, aquí me tenéis para lo que sea.

2 comentarios:

  1. Me gusta Juan José. Es cortito pero original.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que si Julio es corto pero muy chulo.Me ha gustado.

      Eliminar